domingo, 21 de octubre de 2012

¿PORQUÉ SE DEBE DAR EL DIEZMO?

CALIFICA ESTA ENTRADA:

¿A QUIÉN LE PERTENECE TODO INCLUIDO EL SER HUMANO?

Colosenses 1:15-16  Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su hijo primogénito, anterior a todo lo creado. En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder.  Todo fue creado por medio de él y para él.

Salmos 24:1 Del Señor es la tierra y lo que contiene, el mundo y todos sus habitantes;"

Salmos 50:10-12 Porque mía es toda bestia del monte; millares de animales en los montes. Conozco todas las aves de los montes, y todos los animales del campo son míos. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.

Ageo 2:8 Mía es la plata, y mío es el oro, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Deuteronomio 8:18  Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 

Consejos sobre mayordomía cristiana página. 77 

Pertenecemos a Dios; somos sus hijos y sus hijas: Suyos por creación y suyos por el don de su Hijo unigénito quien nos redimió. "¿Ignoráis. . . que no sois Vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios" (1 Corintios 6: 19, 20). La mente, el corazón, la voluntad y los afectos pertenecen a Dios; y el dinero que poseemos es del Señor. 

Todo bien que recibimos y que disfrutamos es el resultado de la benevolencia divina. Dios es el magnánimo dador de todo bien, y él desea que el receptor reconozca la procedencia de esos dones que satisfacen toda necesidad del cuerpo y el alma.

¿DESDE CUANDO FUERON INSTITUIDOS LOS DIEZMOS?

Génesis 2:15-17 Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Y Dios le dio al hombre un mandamiento; le dijo: "Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.

Consejos sobre Mayordomía Cristiana página 69

En el pasaje mencionado se establece un principio que se advierte en todos los tratos de Dios con el hombre. El Señor colocó a nuestros primeros padres en el huerto del Edén. Los rodeó con todo lo que podría servir para su felicidad y les pidió que lo reconocieran como el poseedor de todas las cosas. Hizo crecer en el huerto todo árbol agradable a los ojos o bueno para comer. Pero se reservó uno entre todos ellos. Adán y Eva podían comer libremente de todos los demás; pero de ese árbol especial Dios dijo: "No comerás". Eso constituía la prueba de su gratitud y lealtad a Dios. 

EL DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Génesis 4:3-5 Pasado algún tiempo, Caín presentó ante Dios una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa. A Dios le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso.

¿PORQUE LA  OFRENDA DE ABEL NO FUE ACEPTADA?

Historia de la redención página 54-55

CAÍN Y ABEL, los hijos de Adán, tenían caracteres muy distintos. Abel temía a Dios. Caín, en cambio, albergaba sentimientos de rebeldía y murmuraba contra Dios por causa de la maldición pronunciada sobre su padre y porque la tierra había sido maldita por su pecado. A estos hermanos se les había enseñado todo lo concerniente a la provisión hecha para la salvación de la raza humana. 

Se les requirió que pusieran en práctica un sistema basado en la humilde obediencia, que manifestaran reverencia hacia Dios y su fe y su dependencia en el Redentor prometido, por medio de la muerte de los primogénitos del rebaño y la presentación solemne de ellos junto con su sangre como holocausto ofrecido al Señor. Ese sacrificio los induciría a recordar siempre su pecado y al Redentor venidero, que habría de ser el gran sacrificio realizado en favor del hombre. 

Caín trajo su ofrenda a Dios mientras murmuraba y manifestaba infidelidad en su corazón con respecto al Sacrificio prometido. No estaba dispuesto a seguir estrictamente el plan de obedecer y conseguir un cordero para ofrecerlo con los frutos de la tierra. Simplemente tomó lo de la tierra y pasó por alto el requerimiento de Dios. El Señor había hecho saber a Adán que sin derramamiento de sangre no hay remisión del pecado. Caín no se preocupó siquiera por llevar lo mejor de sus frutos. 

Abel aconsejó a su hermano que no se presentara delante del Señor sin la sangre de los sacrificios. Caín, puesto que era el mayor, no quiso escuchar a su hermano. Despreció su consejo, y con dudas y murmuraciones con respecto a la necesidad de las ofrendas ceremoniales, presentó su ofrenda. Pero Dios no la aceptó. Abel trajo los primogénitos de su rebaño, y de los mejores, como Dios lo había ordenado; y con humilde reverencia presentó su ofrenda con plena fe en el Mesías venidero. Dios la aceptó. Una luz procedente del cielo consumió la ofrenda de Abel. Caín no vio manifestación alguna de que la suya hubiera sido aceptada. Se airó con el Señor y con su hermano. Dios estuvo dispuesto a enviar a un ángel para que conversara con él. 

Este le preguntó por qué estaba enojado, y le informó que si obraba bien y seguía las indicaciones que Dios le había dado, el Señor lo aceptaría y apreciaría su ofrenda. Pero que si no se sometía humildemente a los planes de Dios, y no creía ni le obedecía, ésta no podría ser aceptada. El ángel dijo a Caín que no había injusticia de parte de Dios, ni favoritismo por Abel, sino que como consecuencia de su propio pecado y desobediencia al expreso mandamiento del Señor, no podía aceptar su ofrenda; pero que si obraba bien sería aceptado por el Altísimo, y su hermano lo escucharía y él tomaría la delantera porque era el mayor. 

Génesis 14:17-20 Cuando Abram regresó, después de haber derrotado a Quedorlaómer y a los reyes que estaban de su parte, el rey de Sodoma salió a recibirlo al valle de Savé, que es el Valle del Rey.  También Melquisedec, que era rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abram con estas palabras: "Que te bendiga el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra; y alabado sea el Dios altísimo que te hizo vencer a tus enemigos." Entonces Abram le dio a Melquisedec la décima parte de lo que había recobrado.

Génesis 28:20-22  E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. 

Levíticos 27:30  El diezmo de la tierra,  tanto de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles,  es de Jehová: Es cosa dedicada a Jehová.

Números 18:21  Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos  en Israel como heredad por su ministerio,  por cuanto ellos sirven en el ministerio del Tabernáculo de reunión.

EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO.

Mateo 23:23  ¡Ay de vosotros,  escribas y fariseos,  hipócritas!,  porque diezmáis la menta,  el anís y el comino,  y dejáis lo más importante de la Ley: la justicia,  la misericordia y la fe.  Esto era necesario hacer,  sin dejar de hacer aquello. 

Mateo 25:14 El reino de Dios será como un hombre que se iba de viaje. Antes de irse llamó a sus siervos y los dejó encargados de administrar su fortuna.

1 Corintios 9:7 ¿Quién sirve como soldado pagándose sus propios gastos?¿Quién cultiva viñedo y no come de sus uvas? ¿Quién cuida las ovejas y no toma de la leche que ordeña?

1 Corintios 9:11-14 Si nosotros os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿por qué no nosotros? Mas no usamos de esta potestad; antes lo sufrimos todo, para no dar alguna interrupción [al curso] del Evangelio del Cristo. ¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del Evangelio.

1 Timoteo 5:18 Pues dice la Escritura: “No pondrás bozal al buey que trilla” y “Digno es el obrero de su salario.”

EL PLAN DE LOS DIEZMOS Y SU DEBIDO USO.

Consejo sobre Mayordomía Cristiana página 69,70

El Señor nos ha impartido el tesoro más rico del cielo al darnos a Jesús. Con él nos ha dado todas las cosas para que disfrutemos de ellas abundantemente. Los productos de la tierra, las cuantiosas cosechas, los tesoros de oro y plata, son sus dones. Ha entregado a los hombres casas y tierras, alimento y vestido. Nos pide que lo reconozcamos como el Dador de todas las cosas, y por esta razón ha dicho: De todas vuestras posesiones me  reservo la décima parte para mí mismo, además de los donativos y las ofrendas, que deben ser llevados a mi tesorería. Esto constituye la prueba de la provisión que Dios ha hecho para promover la obra del Evangelio.  

Este plan fue trazado por el Señor Jesucristo mismo, quien dio su vida por la vida del mundo. El, que dejó los recintos celestiales, él, que dejó de lado su honor como Comandante de las huestes celestiales, él, que vistió su divinidad con la humanidad a fin de levantar a la raza caída, y él, que se empobreció por amor a nosotros para que por su pobreza fuésemos hechos ricos, ha hablado a los hombres, y en su sabiduría les ha presentado su propio plan para el sostenimiento de los que llevan el mensaje al mundo.

Consejo sobre Mayordomía Cristiana página 75,76

Dios reclamaba como propiedad suya una décima parte de todas las ganancias (…) A este plan para el sostén del ministerio se refirió Pablo cuando dijo: "Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio". Y más tarde,  escribiendo a Timoteo, el apóstol dijo: "Digno es el obrero de su jornal" (1 Timoteo 5: 18)

Mediante el diezmo, los donativos y las ofrendas, Dios ha establecido una amplia provisión para su obra. Se propone que el ministerio del Evangelio sea plenamente sustentado. Reclama el diezmo como suyo, y éste siempre debería considerarse como una reserva sagrada que debe colocarse en su tesorería para beneficio de su causa, para el adelanto de su obra, para enviar sus mensajeros a "los lugares más allá", hasta los últimos rincones del mundo.

Números 18:21  Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos  en Israel como heredad por su ministerio,  por cuanto ellos sirven en el ministerio del Tabernáculo de reunión.

1Corintios 9:11-14 Si nosotros os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿por qué no nosotros? Mas no usamos de esta potestad; antes lo sufrimos todo, para no dar alguna interrupción [al curso] del Evangelio del Cristo. ¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del Evangelio.

1Timoteo 5:18 Pues dice la Escritura: “No pondrás bozal al buey que trilla” y Digno es el obrero de su salario.”

Consejos sobre Mayordomía Cristiana página 86

Este fondo (El diezmo) en ningún caso debería dedicarse a otro uso; debe dedicarse únicamente para el sostén del ministerio evangélico. Después de apartar el diezmo hay que separar los donativos y las ofrendas, "según haya prosperado" Dios.-RH, mayo 9, 1893.

Consejos sobre Mayordomía Cristiana página 107-108  

Algunos piensan que el diezmo puede aplicarse a las escuelas. Otros suponen que los colportores deberían ser sostenidos con el diezmo. Pero se comete un grave error cuando el diezmo se aparta del objetivo para el que ha sido destinado: el Sostén de los ministros (. . .) El diezmo se debe usar con un solo propósito: para sostener a los ministros a quienes Dios ha elegido para hacer su obra. Es para ser usado para sostener a aquellos que llevan las palabras de vida al pueblo  y que llevan la carga del rebaño del señor. MS ,82 1904.

Los ministros de Dios son sus elegidos por el para alimentar su rebaño. El diezmo es su provisión para su sostenimiento y el proyecto que se debe conservar sagrado para este propósito. MS, 139 ,1898

¿En qué no se deben utilizar los diezmos?

Los que están a cargo de nuestros edificios de la iglesia deben ser suplidos con los recursos necesarios para mantener estos edificios en buen estado. Pero este dinero no debe venir de los diezmos. MS, 82,1904.

El Señor instruyó a Moisés en beneficio de Israel: "Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas" (Éxodo 27: 20). Esta debía ser una ofrenda continua para que la casa de Dios estuviera debidamente provista con lo que era necesario para su servicio. Su pueblo debe recordar hoy que la casa de culto es propiedad del Señor, y que por lo tanto debe conservársela escrupulosamente. Pero los fondos para esta obra no deben proceder del diezmo. 

Me ha sido dado un mensaje claro y bien definido para nuestro pueblo. Se me ha pedido que les comunique que están cometiendo un error al dedicar el diezmo a diferentes propósitos que, aunque son buenos en sí mismos, no son los objetivos para los cuales el Señor ha establecido el diezmo. Los que hacen este uso del diezmo se están apartando de las disposiciones del Señor. Dios los juzgará por esto.  

Algunos piensan que el diezmo puede aplicarse a las escuelas. Otros suponen que los colportores deberían ser sostenidos con el diezmo. Pero se comete un grave error cuando el diezmo se aparta del objetivo para el que ha sido destinado: el Sostén de los ministros (. . .)

El diezmo es del Señor, y los que interfieren con él serán castigados con la pérdida de su riqueza eterna a menos que se arrepientan. Que la obra no siga siendo limitada debido a que el diezmo se ha apartado hacia diversos conductos que no tienen nada que ver con el fin al que Dios lo destinó. Se ha hecho provisión para estos otros ramos de la obra. Deben ser sostenidos, pero no con el diezmo. Dios no ha cambiado; el diezmo todavía ha de usarse para el sostén del ministerio.-9 T 247-250.

No es para gastos de iglesia (luz, agua, arriendo, gastos ocasionales. etc.) Se me mostró que es un error emplear el diezmo para satisfacer los gastos ocasionales de la iglesia. En esto ha habido un alejamiento de los métodos correctos. Sería mucho mejor vestirse con más sencillez, eliminar la complacencia, y practicar la abnegación a fin de satisfacer esas necesidades. Al hacerlo así tendréis una buena conciencia. Pero estáis robando a Dios cada vez que ponéis vuestras manos en la tesorería y extraéis fondos para satisfacer los gastos corrientes de la iglesia.-Special Testimony to Battle Creek Church, págs. 6, 7 [agosto, 1896]. 

El diezmo ha sido puesto aparte con un propósito especial. No debe considerarse como un fondo para pobres. Debe dedicarse especialmente al sostén de los que predican el mensaje de Dios al mundo; y no hay que desviarlo de este propósito.-RH Supplement, dic. 1, 1896.

Claramente el señor a través de su sierva nos muestra cual es el único uso que se le debe dar a los diezmos. Y como nos dimos cuenta es el sostén de los predicadores y misioneros del verdadero evangelio. Se harán una pregunta ¿y si no hay ni pastores, ni misioneros que se debe hacer?  Como iglesia de Cristo el deber es de nombrar a esos obreros para que se dediquen de tiempo completo a la predicación del evangelio y sean sostenidos por los que realizan trabajos seculares.

¿SOLO DEBEMOS DAR EL DIEZMO?

Malaquías 3:6-10  Yo soy el Señor. No he cambiado. Y por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido aniquilados. Ustedes se han apartado de mis preceptos, como se apartaron sus antepasados, y no han querido obedecerlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: ¡Vuélvanse a mí, yo me volveré a ustedes! Pero ustedes dicen: '¿Por qué hemos de volvernos a ti?'  y yo pregunto: ¿Acaso un hombre puede defraudar a Dios? ¡Pues ustedes me han defraudado! y todavía preguntan: '¿En qué te hemos defraudado?' ¡En los diezmos y en las ofrendas me han defraudado!  Sí, toda la nación, todos ustedes, me están defraudando, y por eso voy a maldecirlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición. 

Comentario Bíblico Adventista de Elena de White Malaquías 3:5-12

5-7.  Una escena de dos grupos.

En el tercer capítulo de Malaquías se presentan dos grupos.  Aquí el Señor condena a los que dicen ser su pueblo, pero que no son centinelas fieles.  La acusación y reto de Dios contra esta gente son nítidos y decididos. [Se cita Malaquías 3: 5-12.] Claramente se especifica el deber del hombre de ser fiel en darle al Señor la parte que él demanda en diezmos y ofrendas, para que haya lo suficiente para llevar adelante la obra sin dificultades ni estorbos.

Se presenta a unas personas que no están llenas del Espíritu Santo, porque no han andado humildemente con Dios y no han sido fieles, limpias, puras y santas a la vista de Dios.  Dios dice: "Vuestras palabras contra mí han sido violentas... Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?  Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?  Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios..., tentaron a Dios y escaparon".

8-9 Roban servicio.

Los que se niegan a colocarse al lado del Señor le roban el servicio que él demanda. ¿Qué alquiler le están pagando por vivir en su casa, en este mundo? Proceden como si hubieran creado el mundo, como si tuvieran derecho a usar como les plazca lo que poseen.  Dios toma en cuenta su mal uso de los talentos de origen divino (MS 50, 1901).

10-11. Un mensaje que todavía está en vigencia.

El deber es el deber, y debe cumplirse por el hecho de serlo.  Pero el Señor tiene compasión de nosotros en nuestra condición caída, y acompaña sus órdenes con promesas.  Insta a su pueblo a que lo ponga a él a prueba, y declara que recompensará la obediencia con las más ricas bendiciones [Se cita Mal. 3: 10-11.] (SW 14-2-1905).

Como se podrá observar, Cristo Jesús nos indica en su palabra que el no a cambiado en sus mandamientos y preceptos. Pero nosotros que decimos ser su pueblo nos hemos olvidado de devolver a Dios lo que le corresponde como dueño y creador de todas las cosas. Y nos damos cuenta que no solo son los diezmos, sino que indica que también debemos devolver las ofrendas y como indica la Biblia son varias. Ya que hemos estado robando al señor y si lo seguimos haciendo seremos castigados. 

EL DIEZMO PARA LOS POBRES.

Con el propósito de congregar más personas en el servicio religioso y proveer para los pobres, se requería un segundo diezmo de los ingresos(…) este diezmo proveería un fondo, para caridad y hospitalidad. RH , SEP, 17 . 1889.  

Patriarcas y profetas pág. 525, 526; Capítulo 50. Los diezmos y las ofrendas.

En la economía hebrea, una décima parte de las rentas del pueblo se reservaba para sufragar los gastos del culto público de Dios. Por esto Moisés declaró a Israel: "Todas las décimas de la tierra, si de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada a Jehová." "Y toda décima de vacas o de ovejas, (...) la décima será consagrada a Jehová." (Levíticos 27: 30, 32.) 

Pero el origen del sistema de los diezmos es anterior a los hebreos. Desde los primeros tiempos el Señor exigió el diezmo como cosa suya; y este requerimiento fue reconocido y cumplido. Abrahán pagó diezmos a Melquisedec, sumo sacerdote del Altísimo. (Génesis. 14:20.) Pasando por Bethel, desterrado y fugitivo, Jacob prometió al Señor: "De todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti." (Génesis. 28:22.) Cuando los israelitas estaban por establecerse como nación, la ley del diezmo fue confirmada, como uno de los estatutos ordenados divinamente de cuya obediencia dependía su prosperidad. 

El sistema de los diezmos y de las ofrendas tenía por objeto grabar en las mentes humanas una gran verdad, a saber, que Dios es la fuente de toda bendición para sus criaturas, y que se le debe gratitud por los preciosos dones de su providencia. 

"El da a todos vida, y respiración, y todas las cosas." (Hechos 17: 25.) El Señor dice: "Mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales que hay en los collados." "Mía es la plata, y mío el oro." "Él te da el poder para hacer las riquezas." (Salmos 50: 10; Ageo 2:8; Deuteronomio 8: 18.) En reconocimiento de que todas estas cosas procedían de él, Jehová mandó que una porción de su abundancia le fuese devuelta en donativos y ofrendas para sostener su culto. 

"Todas las décimas (...) de Jehová son”. En este pasaje se halla la misma forma de expresarse que en la ley del sábado. "El séptimo día será reposo [sábado] para Jehová tu Dios." (Éxodo 20: 10.) Dios reservó para sí una porción específica del tiempo y de los recursos pecuniarios del hombre, y nadie podía dedicar sin culpa cualquiera de esas cosas a sus propios intereses. 

El diezmo debía consagrarse única y exclusivamente al uso de los levitas, la tribu que había sido apartada para el servicio del santuario. Pero de ningún modo era éste el límite de sus contribuciones para fines religiosos. El tabernáculo, como después el templo, se erigió totalmente con ofrendas voluntarias; y para sufragar los gastos de las reparaciones necesarias y otros desembolsos, Moisés mandó que en ocasión de cada censo del pueblo, cada uno diera medio siclo para el servicio del santuario. (Véase Éxodo 30:12-16; 2 Reyes 12:4, 5; 2 Crónicas 24: 4, 13.) 

En el tiempo de Nehemías se hacía una contribución anual para estos fines. (Nehemías 10: 32, 33.) De vez en cuando se ofrecían sacrificios expiatorios y de agradecimiento a Dios. Estos eran traídos en grandes cantidades durante las fiestas anuales. Y se proveía generosamente para el cuidado de los pobres. 

Las contribuciones que se les exigían a los hebreos para fines religiosos y de caridad representaban por lo menos la cuarta parte de su renta o entradas. Parecería que tantas contribuciones de recursos del pueblo hubiera de empobrecerlo; pero, muy al contrario, la fiel observancia de estos reglamentos era uno de los requisitos que se les imponía para tener prosperidad. A condición de que le obedecieran, Dios les hizo esta promesa: "Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os corromperá el fruto de la tierra; ni vuestra vid en el campo abortará (...) Y todas las gentes os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos." (Malaquías 3: 11, 12.).

Queda claro entonces, que según las afirmaciones de Elena White, El pueblo de Dios en la antigüedad daba el diezmo y este era únicamente utilizado para el sustento de los levitas, que en esa época eran los que ministraban en el santuario. Pero al pueblo también se le exigía un segundo diezmo el cual lo conformaban los donativos y las ofrendas que formaban un fondo para los pobres. Las contribuciones que se les exigían a los hebreos para fines religiosos y de caridad representaban por lo menos la cuarta parte de su renta o entradas.

Consejos sobre Mayordomía Cristiana pág. 86. 

El asunto de la dadivosidad no ha sido librado al impulso. Dios nos ha dado instrucciones definidas concernientes a él. Ha especificado que los diezmos y las ofrendas constituyen nuestra obligación, y desea que demos en forma regular y sistemática (...) Que cada uno examine periódicamente sus entradas, las que constituyen una bendición de Dios, y aparte el diezmo para que sea del Señor en forma sagrada. Este fondo en ningún caso debería dedicarse a otro uso; debe dedicarse únicamente para el sostén del ministerio evangélico. Después de apartar el diezmo hay que separar los donativos y las ofrendas, "según haya prosperado" Dios.-RH, mayo 9, 1893. 

Los donativos y las ofrendas son esa cuarta parte que se nos exige de nuestros ingresos fuera de los diezmos ya que Dios no pide limosnas.

Ejemplo para calcular el diezmo, las ofrendas y donativos:

Ingreso mensual………………………………1’000.000
(-)  Menos 10%para Diezmos………..……..… 100.000
(=) Balance para ofendas y donativos…... .....  900.000 
(-)  Menos la cuarta parte………..….………....  225.000
(=) Lo que queda al final……….......………....   675.000 

Esto es lo Dios nos da para que lo administremos según nuestras necesidades, tal vez  se nos pasa por la cabeza que tras que el salario mínimo es muy bajo, la canasta familiar es muy cara y un montón de obligaciones más por la que tenemos que responder el dinero que nos queda de hacer estas operaciones matemáticas es imposible cubrir todos los gastos, la clave para toda las soluciones es solo una: CONFIANZA EN DIOS, ¡ÉL HARÁ TODO!

LAS BENDICIONES QUE DIOS NOS PROMETE SI LE SOMOS FIELES:

Malaquías 3:10-12  Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición. No dejaré que las plagas destruyan sus cosechas y sus viñedos. Todas las naciones les llamarán dichosos, porque ustedes tendrán un país encantador. Yo, el Señor todopoderoso, lo he dicho.

Proverbios 3:9-10  Honra al Señor con tus riquezas  y con los primeros frutos de tus cosechas; así se llenarán a reventar  tus graneros y tus depósitos de vino. 

Proverbios 11:24-28  Hay gente desprendida  que recibe más de lo que da, y gente tacaña que acaba en la pobreza. El que es generoso, prospera;  el que da, también recibe. Al que acapara trigo, la gente lo maldice; al que lo vende, lo bendice. El que anda tras el bien, busca ser aprobado; al que anda tras el mal, mal le irá. El que confía en sus riquezas, caerá como hoja seca, pero los justos reverdecerán Como las ramas. 

Hermanos seremos juzgados por la luz que hemos recibido y no por la que no hemos recibido, todavía tenemos oportunidad de resarcir nuestros errores y ser le fiel a nuestro Dios.

Que la honra y la gloria sea para nuestro Señor Jesucristo que es la fuente de toda sabiduría y que Dios el padre y su hijo Jesús los bendiga.

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